Vitalia vitalidad
Por Olga Lidia Pérez
Fue en septiembre de 1997, al
iniciar la hermosa aventura de las bienales Identidad de homenaje a Ada Elba
Pérez, cuando conocí a Vitalia Figueroa.
Era probablemente, entre aquellos primeros participantes, la que más atrás en
el tiempo había nacido, y a la vez, una de los que más intensamente vivía, como
si recién se adentrara en la adolescencia. No paraba de hacer uso del don de la
improvisación, ágil, pícara, traviesa.
En Jarahueca, provincia de Sancti
Spíritus, que fue la sede única de aquel primer evento, no solo participó en
las actividades regidas por la música campesina y el repentismo, sino en todas
las que se celebraron, siempre sonriente, incansable. Cuando retornábamos a La Habana bien exhaustos
todos, Vitalia anunció que esa misma noche tendría una canturía a la que sin
dudas iba a llevar su brío tremendo, su osadía toda.
Asombrada ante tal energía, la
llamé Vitalia Vitalidad, en una décima que escribí mientras culminábamos la
travesía, pero que no alcanzó a describirla, claro está.
Vitalia Figueroa, matancera de
nacimiento, güinera por adopción y habanera por profesión y corazón, fue desde
bien joven una mujer osada, capaz de irrumpir y triunfar en un arte entonces
copado casi totalmente por los hombres: el arte de improvisar.
Vita y su pasión por la décima,
por el misterio del repentismo, llegaron no ya a las canturías sino también a
la radio. Durante veintidós años trabajó en “Vivimos en campo alegre” de Radio
Rebelde, y participó regularmente en otros como “El guateque del mediodía”,
“Buenos días, agricultor”, o “La
Parranda”. Y ha recorrido además el país todo, y fue
fundadora de las Jornadas Cucalambeanas, y no ha quedado reto poético que no
haya enfrentado y vencido.
Y por toda esta consagración y por
la historia que siguió esculpiendo, incansable, recibió en el 2009, de manos
del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, un Diploma otorgado por la Cátedra de Improvisación
del Instituto Superior de Arte.
En 1998, fundó además, en Arrollo
Naranjo, la peña “Justo Vega”, un espacio cultural comunitario, dedicado a la
décima y al repentismo que condujo durante más de una década, con el mismo
entusiasmo con el que improvisaba.
Ediciones Extramuros editó en el
2009 su cuaderno Cuando se entrega el
amor, que recoge una muestra de su quehacer en el repentismo.
A punto de celebrar sus 79 años, su
vitalidad legendaria, su sencillez, su osadía, su entrega, su frescura y su
cubanía son parte irrefutable de la historia y del presente del repentismo
cubano.
Permítanme compartir con ustedes,
humildemente, y a modo de felicitación y admiración permanente por Vitalia, la
décima que me hizo brotar aquel 21 de septiembre de 1997:
Vitalia vitalidad,
vitalidad vitaliana,
tan vital que se desgrana
en cantos de eternidad.
Toda la fragilidad
del mundo se desvanece
cuando Vitalia florece
en cada verso arrancado
al alma, y desesperado
No hay comentarios:
Publicar un comentario